¿QUÉ ES?
La toxina botulínica, conocida popularmente como “botox”, es una proteína producida por la bacteria Clostridium botulinum. Cuando se administra por vía oral en grandes cantidades, bloquea las señales nerviosas del cerebro al músculo, causando parálisis generalizada, llamada botulismo. Sin embargo, mediante inyección, en cantidades muy pequeñas, en un músculo facial específico, solo se bloqueará el impulso que guía este músculo, lo que causará relajación local. De esta manera, la toxina botulínica actúa como un bloqueo de la musculatura subyacente de las líneas no deseadas.
El tratamiento consiste en inyectar cantidades muy pequeñas en los músculos subyacentes para inmovilizarlos. La terapia actual es bien tolerada y de rápida recuperación. Algunos efectos secundarios permanecen durante aproximadamente tres a siete días después del procedimiento. La toxina comienza a surtir efecto 7 a 14 días después y este efecto dura entre tres y seis meses hasta que desaparece gradualmente, mientras la acción muscular regresa. Con aplicaciones a intervalos regulares, el músculo puede debilitarse y, por lo tanto, las aplicaciones durarán más.
Los efectos secundarios son mínimos y están relacionados con la inyección local. Puede surgir dolor o hinchazón alrededor del sitio de inyección. Se puede usar maquillaje después del tratamiento, pero se debe tener cuidado de no presionar o masajear el área después de unas pocas horas del procedimiento. En casos raros, los pacientes pueden desarrollar debilidad temporal de los músculos vecinos, o dolor de cabeza, o cejas y / o párpados caídos, también temporalmente.
INDICACIÓN
La toxina botulínica está indicada para suavizar las líneas de expresión y las arrugas profundas. Por ejemplo, las líneas verticales entre las cejas; patas de gallo en las esquinas de los ojos; líneas horizontales en la frente y en las bandas del músculo platisma, conocido como cuello de pavo.
También se usa para reposicionar las cejas: el músculo se debilita y se relaja, para no contraerse. Este tratamiento evita la formación de nuevas arrugas. Algunos músculos no pueden ser tratados, ya que realizan funciones importantes en la expresión natural de una persona. Es el caso del músculo que levanta las cejas y los músculos de la línea de la sonrisa, ya que son necesarios para las expresiones de esta región e incluso para comer.
La sudoración excesiva puede aliviar con inyecciones altamente diluidas de toxina botulínica, directamente en la piel de las axilas o en la piel de las palmas y las plantas. Hay parálisis de las glándulas sudoríparas en la piel que son responsables de la sudoración excesiva. Una sola sesión de tratamiento puede proporcionar meses de alivio, y los expertos creen que las inyecciones pueden repetirse indefinidamente, una o dos veces al año.